La finca se encuentra en una ubicación absolutamente tranquila con una maravillosa vista al mar por encima del pueblo de Las Manchas. Fue construida en el año 2000 y ha sido modernizada, ampliada y registrada como casa residencial en los últimos años. Por lo tanto, se encuentra en muy buen estado de mantenimiento. En la planta baja hay una pequeña cocina/sala de estar y un gran dormitorio/estudio, que fue construido en el otoño de 2022. En el entresuelo se ha colocado un cuarto de baño con bañera y aseo separado, que también tiene acceso al exterior, para que los huéspedes no tengan que atravesar la casa.

En los lados oeste y noroeste, se han construido terrazas con suelo de piedra natural de color claro de arenisca de Solnhofer, para que incluso cuando hace calor los pies se mantengan frescos. El camino de entrada, el aparcamiento y el acceso a la casa se pavimentaron con hormigón de color tierra, al igual que un espacio redondo que sirve para una yurta o como lugar para celebraciones familiares más grandes. Está equipado con un fregadero y su propio aseo.

Dos pequeños edificios técnicos albergan la lavadora y la tecnología del sistema solar.

El jardín se ha plantado principalmente con vides, en consonancia con el uso original de la zona, y un níspero lanudo japonés ya está dando bien y proporcionando sombra.

El acceso es por una carretera pública estrecha pero bien pavimentada. El suministro eléctrico se ha creado de forma suficientemente reciente y respetuosa con el medio ambiente con un sistema fotovoltaico autosuficiente con una potencia de generador de 2,5 kWp, baterías de litio de 7 kWh de capacidad y un inversor de potencia continua de 2,4 kW (5,5 kWp). Para emergencias (que aún no se han producido), se instaló un generador de emergencia diésel muy silencioso que arrancaría automáticamente si las baterías dejaran de tener capacidad suficiente.